De esta forma, Betty ha salido un total de 24, Toffee 22 y Haize 23 horas, a diferencia de las 0 horas que hubieran salido a pasear fuera si no hubieran estado incluidos en el programa. Cabe tener en cuenta que exactamente a la mitad del desarrollo del Programa, Haize fue acogido en una familia, lo que directamente implica mayor atención individual y salidas.
El hecho de que Haize, con la mitad del tiempo, hubiera salido prácticamente el mismo número de horas que Betty y Toffee durante todo el Proyecto, se debe a las características del propio perro; su carácter sensible, facilidad de guiado y alta sociabilidad con otros perros; lo que hizo que los voluntarios le cogieran mucho cariño y también a que pudieran pasear con él y sus perros propios, facilitando así su número de salidas.
Respecto al conjunto de los perros, el trato con personas distintas (hombres, mujeres, niños) y otros perros fuera del refugio, provocó directamente un incremento de la sociabilidad con personas y con perros
Estas salidas, el cariño y atención recibida se tradujeron inmediatamente en la reducción del estrés asociado a vivir en un refugio, aumentando consecuentemente las conductas de bienestar, las señales afiliativas hacia los cuidadores y el lenguaje corporal y actitud claramente más alegre. Consecuencia de ello también fueron aumentando el tiempo de las salidas dentro del refugio y el número y variedad de perros con quienes podían pasear (esto último en el caso de Toffee principalmente).
Debido a la introducción del entrenamiento de habilidades, los perros no únicamente han sido capaces de aprender y llevar a cabo una serie de conductas bajo un comando; como sentarse, tumbarse, andar junto, acudir a la llamada, ejercicios de propiocepción y olfato; sino que para ello, previamente y de forma progresiva a lo largo del Proyecto, han mejorado sus capacidades cognitivas, de aprendizaje, su adaptabilidad y respuesta a nuevas situaciones, así como el control y autocontrol.
El contacto más cercano con los perros ha permitido el minucioso control sobre su estado de salud y, por lo tanto, la detección más rápida y tratamiento y/o resolución de problemas de salud.
Todo esto ha configurado un clarísimo incremento en su calidad de vida.
Tras la finalización del Programa, se ha realizado la adopción de Haize, debido a su difusión en los medios de comunicación a través del Proyecto, pero no ha habido personas interesadas en la adopción de Toffee o Betty.
Como otro factor positivo para los perros, tenemos el aumento de su visibilidad, tanto en las redes sociales, páginas web, periódico, radios, en eventos solidarios y en la misma calle cuando eran paseados por los voluntarios; frente la poca visibilidad que tenían antes o que hubieran tenido si no hubieran sido introducidos en el Proyecto.
Hemos analizado las publicaciones de Facebook de la página Adopta un Kirebino, una de las plataformas donde se ha ido publicando información sobre el proyecto y los perros en adopción que participaban en él. Únicamente se han tenido en cuenta aquellas publicaciones en las que se nombraba de forma directa el Proyecto o a los perros participantes.
Para ello se ha tenido en cuenta el periodo de tiempo desde que se publicó la noticia del proyecto, el 29 de octubre de 2019, hasta que se realizó la última publicación del mismo al finalizar, el 25 de enero de 2020; con un total de 99 días.